La derrota

Hoy me desperté y mi corazón latía a mil por hora. Era como una sensación de presagio, de que algo iba a pasar. El martes pasado en la mañana recibí una llamada de la Oficina de Asuntos estudiantiles de Ciencias Medicas para citarme hoy a las 9am y discutir unos asuntos que habían encontrado en mi expediente. Desde ese día me rompí la cabeza pensando para qué podrían estar llamándome y me quedé con la idea de que sería para algo bien positivo o bien negativo. Salí de casa a eso de las 8:30am y me agarró un tráfico horrible. Los carros no se movían y el reloj corriendo más rápido que nunca. Estaba furiosa, el carro de enfrente mio no frenó a tiempo y le dió un besito al carro que tenía alfrente y se paralizó ese carril por completo. Cuando por fin pude pasar aceleré y tomé una ruta alterna por el puente Teodoro Moscoso. Como tengo el "AVI" me fui por el carril de la izquierda y justo enfrente de mi se metió una pick-up. Ya que iba con prisa algo tenía que pasar para seguir retrasando mi llegada. Aparentemente la máquina le tragó la tarjeta porque lo único que pude ver era al chofer dándole cantazos; yo por acá alcanzando mi "boiling point". Llegué hasta Ciencias Médicas y me mandaron a salir del estacionamiento donde traté de entrar por no tener el permiso y me fui al multipisos. Primer piso.... segundo...... tercero........ en el sexto piso fue que me tuve que estacionar!! Ya eran las 9:20am y yo pensando en cómo iba a entrar allí con mi cara de lechuga casi media hora tarde y justificar mi tardanza. Esperé como media hora más en la recepción y desde ese momento mi vida tomó un giro 180.

Hace tiempo no me pasaba algo así, quizás desde el día que recibí la nota del MCAT. Tenía presentimientos de que no era para nada bueno pero traté de ser optimista y entré con una sonrisa. El motivo de la cita era para informarme que no me molestara en hacer el ensayo ni me molestara en esperar resultados de nada porque aparentemente cometí un error al calcular mis créditos y resulta que me falta un idioma (3 crd). "A aquellos que tomaron los examenes de nivel avanzado no les contamos la P, para nosotros es como si no tuvieras nota, por eso debes tomar uno adicional" así me dijo la amable señora que tenía unas pestañas larguísimas y una sonrisa Colgate. Aparte de eso y ya cuando estaba a punto de estallar en llanto me informó que tampoco cumplí con el promedio mínimo en ciencias para solicitar. "Tienes que repetir cálculo y si quieres repite física también para que subas ese promedio." "Yo sé que tu tienes la capacidad para estar aquí, tu entraste a Río Piedras con un IGS altísimo. Ven después que lleguen las notas del PCAT para calcular todos los números y ver cuánto más o menos tienes que subir." Ya para ese momento fui dejando de escucharla y empecé pensar, ¡felicitaciones, eres una fracasada! ¿qué carajos vas a hacer ahora? ¿cuándo fue que me convertí en una persona mediocre y perdedora? ¿te vas a quedar el resto de la vida en la UPR?

Salí como si tuviera otras tantas diligencias que hacer, con prisa pero con una sonrisa cortés. Salí por la puerta y me derrumbé. Literalmente, todo lo que había planificado, todo lo que esperaba, todo lo poco que había logrado se hizo nada. Me siento derrotada y no puedo hacer nada por los errores de mi pasado, por los descuidos y por todas las veces que preferí hacer otras cosas menos importantes en vez de dedicarle suficiente tiempo a mis clases. No salgo de este hueco, no llega el triunfo, no llega una buena noticia de mi parte. No existe ningún motivo para que alguien se sienta orgulloso mi. Quiero volver a ser la de antes.
¿Quién soy que no me reconozco?

fotografía de Howard Schatz